Hace unas semanas una señora de 80 años llega a mi consultorio con un problema de incontinencia urinaria, me cuenta que a lo largo de su vida tuvo muchos hijos así que tenía el perfil para ser candidata a cirugía.
Toda cirugía implica riesgos así que decidí administrarle un medicamento nuevo que le funcionó adecuadamente y por lo tanto ya no tendré que operarla.
Parece algo sencillo pero implica un logro importante ya que evitarle una cirugía a mi paciente y verla con una mejor calidad de vida, hace que yo me sienta orgulloso de mi profesión.